13 diciembre 2016

Se puede mentir todo el tiempo ? Si, se puede !




"No hay que mentir: hay que ser auténticos, la gente reconoce eso en nosotros", arengó Mauricio Macri a sus funcionarios en el que fue el balance de su primer año de gestión (fuente Clarin)

Es cierto, no hay que mentir, sucede que estas son algunas de las mentiras que llevaron a Mauricio Macri a ser presidente de la Argentina



Y algunas mentiras mas como "No le vamos a quitar nada a ningún Argentino"
No hay que mentir y tampoco ocultar ...

Cambiemos pasó de prometer que ningún trabajador pagaría Ganancias a afirmar que las correcciones que impulsaron los diputados de la oposición tendrían un costo excesivo para el Estado y las provincias (ver fuente)


Y muchas mentiras mas, tales como:

"No vamos a devaluar"


"Yo no he hablado nunca de ajustar"



"No vamos a gobernar por decreto"


"No nos vamos a endeudar en el exterior"




"No vamos a perseguir al que piense distinto"





"No vamos a mentir con el INDEC ni con nada"




"No vamos a echar a nadie"


 "Queremos pobreza cero"


 "En el primer mes van a llover las inversiones"


 "Reducir la inflacion es la cosa mas facil para mi gobierno"


 "No nos vamos a endeudar para pagarle a los buitres"


 "Mi principal preocupacion es la educacion publica"


 "No vamos a censurar a nadie"


 "No voy a usar el Estado para provecho personal"



Ahora bien, dicho todo esto nos volvemos a preguntar:

¿ Se puede mentir todo el tiempo?

Si se trata de Macri y el gobierno de Cambiemos, la respuesta obviamente es:

Si , se puede !

Por que ?

Un reciente documento de Curas por la Opción por los Pobres que lleva por titulo Un año de #Macri
nos responde la inquietud.

Un descomunal aparato comunicacional al servicio de la mentira.
Los principales multimedios pintan el escenario que más le conviene al relato oficial escondiendo la realidad y forzando los temas de tapas y columnas para que parezca que pasa lo que les conviene que la gente crea que pasa (focus groups).
Nunca habíamos visto este cerrojo informativo y los medios internacionales se sorprenden de eso. Redes sociales invadidas por equipos de perseguidores (trolls) rentados para desanimar, hostigar, acosar a cuantos piensen u opinen distinto a lo que se quiera imponer.
Nosotros mismos hemos sido blanco de insultos gratuitos por el simple hecho de expresarnos.
Los (ex) periodistas que antes informaban y ahora hacen lo que se les pide que hagan, los que antes querían preguntar y ahora no tienen más preguntas, están escribiendo las peores páginas de la historia de la comunicación en Argentina.